Ven. Acércate y dime por qué a mí y por qué así. Tienes mil y una cosas que aclararme, dímelas todas al oído. Querer duele, amar mata, jugar contigo cansa, siempre salgo perdiendo. Qué fácil es prometer y qué difícil cumplirlo ¿eh, chico? Aún me acuerdo de cada cosa que me dijiste que harías por mí y, como te supondrás, sigo esperando. Pero todo ha cambiado... Ya no confío en que vengas, tampoco quiero que lo hagas porque si me has tenido olvidada todo este tiempo será por algo. Te doy las gracias por enseñarme a desconfiar de cada puta persona que se me acerca, gracias en serio. Sé que si confiase y todos fueran como tú me iba a llevar muchas hostias pero... Tengo la suerte de que no todos son así, hay personas que se entregan plenamente, que saben prometer porque saben cumplirlo.
En cuanto a ti... Nada que no sepas, gracias. Gracias por quererte como nunca y fallarme como siempre. "Te quiero" decías, pero mis ojeras no dicen lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario